Cómo funciona el oído interno

Oído interno: partes, anatomía, funciones y patologías

Descubre la anatomía del oído interno, sus funciones y las patologías que pueden afectarlo.

Anatomía, función y patología del oído interno

Anatomía del oído interno y de la cóclea

El oído interno tiene una estructura compleja: consiste en el laberinto óseo (sistema de cavidades excavadas en el hueso temporal) y el laberinto membranoso, separados por el espacio perilinfático (un complejo de grietas que se comunican entre sí y contienen un líquido, la perilinfa).

El laberinto óseo consiste en una parte vestibular (posterior) que incluye el vestíbulo, los canales óseos semicirculares y el acueducto del vestíbulo, y una parte acústica (frontal) que consiste en la cóclea o el caracol óseo y el acueducto del caracol.

El laberinto membranoso es un conjunto de órganos huecos que contienen un líquido, la endolinfa, y se comunican entre sí, delimitados por una pared membranosa.

El laberinto membranoso

El laberinto membranoso se compone de:

  • Tres canales semicirculares: el posterior, el superior y el lateral.
  • Utrículo: un órgano vesicular de forma ovoide.
  • Sacro: más pequeño que el utrículo y ubicado debajo de él.
  • Saco endolinfático: conectado al sacro y al utrículo mediante el conducto y el canal endolinfático.

Cóclea o caracol membranoso

La cóclea está formada por un conducto de 31-35 mm de largo que desarrolla una espiral en el caracol óseo. Se origina cerca del sáculo, el cual se recoge a través de un pequeño canal y atraviesa todo el caracol óseo para terminar debajo de su cúpula. Se distingue una porción superior de la cóclea, que consiste en la escala vestibular, una porción inferior llamada escala timpánica y, en el medio, el conducto coclear con una forma triangular. Las dos escalas (vestibular y timpánica) están en comunicación directa en la porción superior de la cóclea al nivel del helicotrema.
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¿Cuál es la función del oído interno?

El aparato vestibular es responsable del equilibrio. Las estructuras neurosensoriales se colocan al nivel del utrículo, el sacro y los canales semicirculares, donde se colocan las células del equilibrio sensorial que cuentan con cilios verticales, sobre los cuales descansa una capa de cristales de carbonato cálcico llamados otolitos.

Las patologías del oído interno

Las patologías que afectan el laberinto dan la aparición del vértigo como su principal característica sintomatológica, definida como una falsa sensación de movimiento del cuerpo o del entorno circundante.

Otras patologías de origen neoplásico o degenerativo (meningiomas, schwannomas, ependimomas, gliomas, meduloblastomas, neurofibromatosis, etc.) contribuyen a causar mareos episódicos o sensaciones de inestabilidad.

Las causas virales como el herpes zóster o bacteriano (laberintitis) pueden desencadenar el vértigo. Por lo general, la fiebre ocurre primero, solo en formas bacterianas, luego mareos con pérdida auditiva y, a menudo, la aparición de tinitus o acúfenos. La terapia es etiológica.

Los vértigos o mareos inducidos por fármacos, sin otra causa, representan aproximadamente el 23% de los casos de mareos en las personas mayores. El uso de cinco o más medicamentos está asociado con un mayor riesgo de mareos y posterior caída. Los pacientes mayores son particularmente susceptibles a los efectos adversos de los medicamentos, debido a los cambios farmacocinéticos y farmacodinámicos relacionados con la edad.

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